Cuando no es la suela ni el upper lo que se rompe, suele ser la amortiguación la que determina la vida útil de una zapatilla, no porque se rompa, sino porque pierde sus facultades y la zapatilla deja de ser eficiente. A simple vista la zapatilla seguirá igual (bueno, un poco sucia de los entrenamientos), pero por dentro estará gastada. Es por esto que unas zapatillas pueden durar 3000 kilómetros, sí, pero ojo, porque no es la zapatilla que te compraste, es otra cosa.
Como no se ve el desgaste, es aquí donde se hace una estimación de lo que puede durar una zapatilla en función del tipo. Una zapatilla de competición ligera, al tener poca amortiguación puede durar de 300 a 500 kilómetros. Una zapatilla de entrenamiento de 800 a 1000 kilómetros, y una zapatilla de trail running un poco más, aunque suele desgastarse antes la suela o el upper