En este último punto, las zapatillas para empezar a correr serán clave.
A la hora de buscar el material, el mayor quebradero de cabeza suelen ser precisamente las deportivas y la verdad es que a veces es algo que se nos puede poner cuesta arriba debido a la gran oferta que hay actualmente y porque una mala decisión puede tener consecuencias en forma de sobrecargas y lesiones que podrían dar al traste con nuestro objetivo de empezar a correr o, como poco, ponernos un poco más difícil los inicios, dificultando nuestro disfrute.
La incertidumbre del “¿qué zapatillas de running me compro?” y el “¿me irán bien estas zapatillas?” la vais a tener siempre, seáis principiantes o expertos (un servidor lleva muchos años en el mundillo zapateril y aún cometo errores cuando elijo mis zapatillas). Así que es importante que desde el principio escuchéis a vuestro cuerpo, detectéis qué le va bien y que con eso vayáis aprendiendo a buscar lo que mejor os funciona a vosotros. Se pueden recomendar zapatillas pero, al final, lo que cuenta es lo que le va bien a cada uno.
Para facilitaros un poco la elección de vuestras primeras compañeras de fatigas runneras os proporcionamos una lista de sugerencias con modelos que creemos que podrían servir bastante bien para iniciaros en el mundillo del running. La lista la hemos confeccionado buscando zapatillas con precios contenidos pero con una buena relación calidad/precio y que sean capaces de cubrir un amplio rango de perfiles de uso ya que, en general, al empezar a correr vais a tener unas solas zapatillas para todo (entrenar, competir si es el caso, gimnasio u otras actividades).
Antes de empezar con las sugerencias, un último apunte: no penséis que por el hecho de ser unas zapatillas para empezar a correr vale con calzarse cualquier cosa “porque hago pocos kilómetros y voy despacio”. Sea para 2-3 días a la semana con salidas de menos de 10 kilómetros o para correr los siete días de la semana alcanzando los 150 kilómetros semanales, merece la pena invertir (tiempo y dinero) en realizar una elección adecuada de las zapatillas. Vuestros pies, piernas y cuerpo en general os lo agradecerán, os lo aseguro.
En definitiva, no se trata de elegir las más caras ni “las más…” de nada sino de elegir aquéllas que mejor se adapta a nuestras características y a lo que vamos a hacer con ellas.